El gusanito y la Maestra

Ayer me di cuenta y testie que mi maldad no tiene limites. Si, aunque parezca que soy un angel incomparable, destilo veneno.
Resulta que venia en el tren yendo para casa y cuando estabamos por llegar a la estacion de Lanus, de hecho unos cinco minutos antes, me apropicue hacia la puerta porque habia bastante gente y no quise quedar atrapada alli. La cuestion es que termine parada atras de lo que parecia una maestra jardinera, peticita ella y paradita igual que yo esperando para bajar. En una se me da por notar su hombro (cubierto por lo que parecia el guardapolvo aunque en realidad no se porque ni mire) y en su hombro noto un gusanito verde, muy cute, que deberia tener unos 5cm de largo y era del grosor de un fideo crudo (porque cocido el fideo se ensancha un poco, o no?). Cuestion que el gusanito avanzaba un poquito, encogiendo su diminuto cuerpito (osea, uniendo la parte de adelante con la de atras y haciendo un lacito con su cuerpo, jajajaja, que cute) se volvia a estirar y levantaba todo el cuerpo dejando solo la parte trasera apoyada en el hombro de nuestra maestra. La verdad parecia que estaba olfateando y buscandola a la maestrita.. porque se levantaba y se movia un poquito, bajaba, avanzaba un poquito otra vez, se levantaba y asi todo el tiempo.
No pude hacer otra cosa que quedarme miradolo.. mas bien tentada, y ansiando tremendamente el momento en que el gusanito llegara al cuello de la maestrita y esta empezara a flipear adentro del tren. Yo estaba muy tentada.. no solo por ver al gusanito haciendo piruetas ahi, sino que ya me regocijaba pensando en el momento en que le llegara al cuello. Mis ojos iban del gusanito hacia afuera (rezando que todavia no llegaramos a Lanus) de afuera hacia al gusanito. Pero obviamente, la estacion Lanus llego antes que el gusanito llegara al cuello de la maestrita. Bajamos en la estacion, mantuve distancia porque uno nunca sabe como puede reaccionar un gusanito cuando se le acerca alguien. Nuestra maestrita se fue hacia la derecha y yo prosegui hacia la izquierda.
Quiso el destino que a pesar de haber agarrado caminos distintos ambas terminaramos nuevamente bajando por las mismas escaleras.. nuevamente ella adelante mio. Esto provoco una alegria inconmensurable en mi. Lo primero que hice fue buscar a mi amigo gusanito, y que les parece, estaba alli... haciendo piruetas en el cuello de la maestrita. Que decepcion la mia al darme cuenta que la maestrita no tuvo reaccion alguna. Una de dos... perdio sensibilidad en el cuello (probablemente algun niño pre-escolar la ataco con una silla) o el dichoso gusanito es la feliz mascota de esta muchacha. Vaya uno a saber... I guess I'll never know. Yo prefiero pensar que era su mascota. Pero como me hubiera gustado verla enloquecer arriba del tren tratando de sacarse al gusanito del cuello. It would've made my day!!!