Piece of my mind

Hace muy poco yo lo rompí a él. Sin intención aunque a veces es intencional inconscientemente.
No tardó mucho en volver a acercarse, pequeñas señales de... qué?
Yo permanezco neutral, él... creo que ni él lo sabe.
Hoy me mira y yo lo veo, yo sé que le duelo.
Pero está ahí. Y no está. Y a mi me da lo mismo y a veces no.
Y estamos y estamos los tres, él, yo y el elefante rosa en la habitación que ambos decidimos ignorar.
Me pesa por momentos el que haya sido objeto de mis trastornos, a veces culpo a terceros pero desisto. El se brindó, yo lo tomé y después lo lanzé al vacío. Y esa fui sólo yo, no importa lo que me llevo a ese lugar, a pesar de que él no es san benito.
Y quiero romper el silencio. Pero para qué? Todo parece dicho pero no es así, sin embargo no hay nada que se pueda decir. Hablamos pero el silencio está ahí.
Estamos jugando algo pero no me pasaron las reglas, ni sé si las hay.
Lo conozco lo suficiente como para no preguntar. No tanto como para saber lo que quiere.
Ya bailé esta tonada muchas veces, un paso adelante, yo dos atrás, ahora yo uno adelante, vos dos atrás... y así.
Pero por qué está ahí? Mi amistad? Cómo forjas una amistad después de... por qué querría si yo soy una espina en el costado. Pero se acerca. Acercamientos abstractos, sin definición alguna pero acercamientos al fin.
La nebulosa me embola. No saber me enferma. No entender a los hombres es lo menos.